Lula respalda matrimonio homosexual


El presidente Lula con la bandera Arco Iris que simboliza el orgullo homosexual.D.R.



A medida que se acerca el fin de su segundo mandato, el presidente brasileño amplía el registro de temas en el que corre riesgos de chocar a sectores conservadores de la opinión pública. Luis Inácio Lula da Silva anunció que su gobierno se apresta a impulsar políticas públicas específicas para garantizar derechos de las comunidades que han convocado a una Conferencia destinada a coordinar reclamos de minorías sexuales.



La Conferencia nacional de Gays, Lesbianas, Bisexuales, Travestis y Transexuales (GLBTT) aspira a convertirse en un factor de presión a favor de derechos y libertades de minorías sexuales, que hasta hace poco eran proscritas por la ley y denigradas por poderosos sectores de la opinión pública. La presencia en la ceremonia de inauguración del presidente Lula le ha dado notoriedad, sobre todo porque el fundador del Partido de los Trabajadores aceptó posar bajo la bandera Arco Iris que representa el orgullo homosexual. Coincidiendo con esa manifestación, Lula prestó declaraciones a la televisión brasileña y se declaró favorable a la legalización de la Unión civil entre personas del mismo sexo: “Siempre defendí el derecho a la Unión Civil. Creo que tenemos que parar con la hipocresía de este país, porque sabemos que existe. Hay hombres viviendo con hombres, mujeres con mujeres y muchas veces construyen vidas extraordinarias juntos, y por eso soy favorable. Tenemos que parar esos prejuicios”, afirmó con energía el presidente.

Más allá de sus opiniones personales, el presidente precisó lo que debería ser la actitud del Estado ante las opciones sexuales de los ciudadanos, que hasta hace poco eran oficialmente considerado al margen de la norma: “Cada ser humano vive su vida como bien entiende, siempre que no moleste a los otros… ¿Por qué los políticos que son contrarios no rechazan sus votos? ¿Por qué el Estado brasileño no rechaza el impuesto de renta que ellos pagan?”.

En el curso del mismo programa, el miércoles por la noche, Lula se dijo personalmente hostil al aborto, pero afirmó que el asunto debe ser abordado en el marco de la política de salud pública para asumir la realidad de las numerosas mujeres, en particular jóvenes, que mueren durante el recurso a abortos clandestinos.

“Creo que ninguna mujer que realiza un aborto lo hace porque lo quiere, sino porque se ve afectada por determinadas situaciones. Y ese es el momento en que el Estado debe atender a esas personas”, sentenció, antes de enfatizar: “Muere mucha gente haciéndose abortos clandestinos, porque al Estado le está prohibido cuidar del asunto. Hay niñas de 13, 14 y 20 años intentando agujerearse el útero con aguja de tejer”, denunció. La mayor parte de los países latinoamericanos mantiene legislaciones restrictivas sobre el aborto. En Brasil sólo está autorizado en caso de violación o de peligro de vida para la madre”.

Artículos más leídos